Isoterapia de Placenta

Los remedios isoterápicos son preparaciones magistrales homeopáticas, que se realizan con tejidos biológicos, células o bacterias del paciente a tratar. Es una preparación específica e individual, destinada a una persona. La isoterapia de placenta conserva el molde de todas las sustancias químicas de la placenta, inmunológicas, hormonales, de crecimiento, etc
Las funciones básicas de la placenta son: intercambio gaseoso, la nutrición fetal y la remoción de productos de desecho, funciones endocrinas y transferencias de inmunoglobulinas quedando inmunizado frente a aquellos antígenos para los que reciba anticuerpos de la madre.
La placenta elabora dos tipos de hormonas. Las polipeptídicas y las esteroideas. Las primeras, gonadotropina coriónica humana, lactógeno placentario humano, leptinas, relaxina, hormona de crecimiento placentaria y tirotrofina coriónica. Y las segundas, progesterona y estrógenos.

Es una estructura de origen fetal, quiere decir que le pertenece al bebé y no a su madre, de hecho, las características genéticas de la placenta son idénticas a las del bebé en formación. Contiene el “saber” de todas sus potencialidades.
El metabolismo lo lleva a cabo a través del almacenamiento de glucógeno y sintetiza proteínas. La Placenta ofrece una barrera biológica, impide el paso de moléculas grandes y tóxicas para el bebé y también filtra el paso de muchos microorganismos vivos como parásitos, virus y bacterias.

Realiza para el feto, funciones muy parecidas a las del hígado para el adulto, ya que sirve de de reserva de nutrientes, modifica algunas sustancias antes de transmitirlas al feto y contribuye a la regulación de la glicemia (azúcar en la sangre) fetal.
La isoterapia u organoterapia está formulada en base a una sustancia que proviene de la misma persona. En este caso de la placenta de tu hijo/a. La organoterapia diluida y dinamizada es un método terapéutico que cura el organismo enfermo por medio de su homólogo diluido y dinamizado. El órgano sano diluido y dinamizado obra sobre su homólogo humano para volver a equilibrar el funcionamiento alterado. En organoterapia se utiliza el principio del órgano idéntico, por lo que se complementa con el principio homeopático del similar. De esta forma si el organismo necesita el medicamento organoterápico lo asimilará, si no lo necesita, no lo hará, es decir no hay riesgo de experimentación. Sugerimos acompañarlo del medicamento homeopático tradicional o especial que corresponda a cada afección.
También llamado sarcodes, derivado de estructuras o secreciones naturales de seres humanos sanos. Su administración permite equilibrar, estimular ó inhibir funciones relacionadas con el órgano en cuestión; siempre y cuando haya una disfunción. Los sarcodes u organoterápicos poseen una aproximación terapéutica homeopática en su preparación diluida y dinamizada. Una de las causas esenciales de la disfunción de un órgano, de un tejido o de una glándula es por la formación de autoanticuerpos, es decir, formación natural de anticuerpos. Al preparar éstos autoanticuerpos en medicamento homeopático y administrarlos al enfermo provocaremos que la inmunidad se equilibre y disminuya ó termine con la agresión al órgano u órganos afectados. La acción del organoterápico será estimular los mecanismos naturales de vicariación positiva con o permitiendo la desintoxicación y la eliminación de las homotoxinas; permite posteriormente a toda enfermedad poder eliminar las toxinas depositadas en el tejido extracelular, por lo que la limpieza del enfermo después de cada enfermedad es muy importante.

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La placenta es considerada como un órgano de almacenamiento para prolongar la vida, vitaminas y oligoelementos, produce hormonas y sustancias de inmunidad para combatir infecciones, sin la cual el cuerpo y el propio sistema inmune es incapaz de funcionar. La placenta no se valora muy positivamente por la mayoría de las mujeres, incluso después de que ha cumplido su propósito. En muchas culturas, la placenta es enterrado en el suelo y se planta un árbol sobre él. Este árbol se convierte en una de las señas personales (árbol de la vida). Si usted tiene un jardín, puede elegir un buen lugar para la placenta y plantar un árbol sobre ella.
La placenta ejerce un rol inmunológico muy especial, pues produce sustancias que permiten el crecimiento de tejidos extraños dentro del endometrio.
El uso fundamental de isoterapia placentaria es entonces para estimular el desarrollo inmunológico en el recién nacido – niño – adolescente. Se usa ante casos de ictericia del recién nacido, infecciones, enfermedades autoinmunes; en la adolescencia, ante trastornos de índole hormonal como el acné, dismenorrea, etc.
Se puede usar en la menarca; y también como estimulador inmune durante el crecimiento
del niño, a los 7, 14 y 21 años por cambios hormonales y físico anímico- espirituales que se dan en esas etapas.

Simplemente con una pequeña muestra de la placenta de tu bebé se puede realizar éste poderoso y natural remedio.

Rossina Torterolo
Partera

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